sábado, 30 de diciembre de 2017

Cartografías de lo desconocido

                     
Título: Cartografía de lo desconocido
Autores: Sandra Sáenz-López Pérez y Juan Pimentel (comisarios)

Páginas: 235

Editorial: Biblioteca Nacional de España

Precio: 27 euros

Año de edición: 2017

Aquí tenemos el espléndido catálogo, a un precio muy moderado, de una exposición fabulosa de cartografía antigua que puede verse en la sede central de la Biblioteca Nacional de España, hasta el próximo día 28 de enero y bajo el título de «Cartografías de lo desconocido».

La muestra reúne más de 200 mapas de los fondos de la biblioteca, complementados con algún préstamo que otro, que ofrecen un fabuloso y variado recorrido por la cartografía de prácticamente todas las épocas y culturas, en un intento de describir cómo el ser humano ha descrito a través de la Historia su entorno geográfico, sus límites y también lo desconocido, la terra incognita.

 Mapa mundi de la Cosmographia de Ptolomeo

Cada uno de los mapas y piezas de la exposición es único y reseñable por algún motivo: los antiguos mapas de T en O, que pintaban la Tierra como un círculo dividido por el mar Mediterráneo y el Nilo; los primeros mapas mundi tentativos y llenos de errores; los bellos mapas y grabados de Abraham Ortelius (Amberes, 1527-1598); mapas llenos de monstruos marinos y otros de monstruos terrestres, como caníbales, hombres sin cabeza, con cabeza de perro o con pies tan grandes que les servían de parasol; representaciones del relieve de un realismo asombroso;
    
 Mapa de África del holandes Jean Blaeu (1667)

el magnífico mapa de América del Sur grabado por Juan de la Cruz Cano (Madrid,1734-1790) en 1755, tan bien hecho que mostraba que el meridiano de Tordesillas, que marcaba el límite de las posesiones americanas de España y de Portugal no pasaba por donde se suponía, por lo que fué censurado, ocultado y olvidado; la representación ígnea del interior de la Tierra de Atanasius Kirchner (Hesse, 1601-1682);

Mapa de América del Sur de Juan de la Cruz Cano (1755)

los delicados y precisos mapas chinos, como el de Pekín y la Ciudad Prohibida; mapas árabes; cartografía de lugares imaginarios, como la Utopía de Tomás Moro o la Tierra Media de Tolkien; selenografías de la Luna, y una larga lista de documentos a cual más interesante. 

Una exposición fabulosa, acompañada de textos muy oportunos de literatos y pensadores sobre lo fascinante e inspiradora que resulta ser la cartografía, que no hay que perderse. Es gratuita y se ve muy cómodamente en unas tres o cuatro horas porque no hay demasiada gente. Imprescindible. ¡Que no se os pase, que está hasta el 28 de enero! Para acabar de poneros los dientes largos, os dejo este vídeo.



Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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