lunes, 10 de agosto de 2015

Mr. Arkadin - Orson Welles


Título: Mr. Arkadin
Autor: Orson Welles

Páginas: 226
 
Editorial: Anagrama
 
Precio: 18,90 euros 
 
Año:1995


Este libro es en realidad una versión novelada del guion que Orson Welles escribió para la película del mismo título que protagonizó y dirigió con muy poco dinero, durante 1954 y 1955, y en varios escenarios españoles, como el Alcázar de Segovia, la Costa Brava, Valladolid y Madrid venciendo todo tipo de dificultades hasta poder estrenarla.

Aunque es una obra menor, se trata de una novela de suspense muy notable, en la que se ve la marca del genio. Arranca con dos personajes, Guy Van Stratten, un timador y contrabandista, y su amante MIly, en una situación que recuerda las novelas de Jim Thompson. La trama se acelera desde las primeras páginas y avanza, dramática y misteriosa en lo que parece más un cómic que una película. 

En seguida se crea una atmósfera malsana que recuerda a «La dama de Shangai»: un grupo de personajes sin escrúpulos que trata de sobrevivir a costa del resto, llegando al crimen si hace falta. En el centro de la historia, el enigmático y todopoderoso Mr. Arkadin, inspirado en un traficante de armas ruso de la época, que contrata al protagonista haciéndole un extraño encargo: que investigue su propio pasado porque ha perdido la memoria.

No puedo contar nada más de la historia, sólo os puedo decir que el autor dosifica la información con mano maestra, jugando con un puñado de personajes que a veces parecen leales y honestos, y  veces traidores y viles, en un enredo diabólico en el quen es facil saber de quién depende la vida de cada uno de ellos.

En medio de la trama hay un aperla, unadescripción de porqué le gustan los españoles al protagonista,que es de suponer es la opinión del propio Welles: «... son gente pura, ruda, rigurosa y fatalista».

Una novela de misterio muy «wellesiana», con un extraño magnetismo, algo cínica y apasionante, de un dramatismo tremendo y muy bien rematada con un final inesperado, en el que en un mundo lleno de intereses los sentimientos se revelan como lo más importante. En fin, una pequeña obra maestra de un hombre que deslumbrara en todo lo que hacía.

Mr. Arkadin (Orson Welles) en la película de 1955

A pocas figuras del cine se les puede aplicar el calificativo de genio de manera más indiscutible como a Orson Welles (Kenosha, 1915-1985), un gigante que revolucionó el séptimo arte y brilló a gran altura como actor, locutor, productor, guionista y, sobre todo, como director.

Su impresionant debut, «Ciudadano Kane» (1941), sigue estando en las primeras posiciones de todas las listas de las mejores películas de la historia, pero también nos dejó joyas como «La dama de Shangai» (1947), «Macbeth» (1948), «Otelo» (1952) o «Sed de mal» (1958). Tuvo el mérito de dominar el teatro de Shakespeare, piedra de toque de todo buen actor; parece que siempre llevaba encima su teatro completo en un tomo ajado y con la puntas ya dobladas.

Fué desde pequeño un lector voraz y compulsivo, una máquina de leer que nunca parecía tener bastante. Siempre quiso ser un enfant terrible, estuvo clasificado como filocomunista y la caza de brujas le obligó a un largo exilio que pasó casi entero en España, disfrutando de los toros, de los sanfermines, de la comida española y de sus amigos.

A quien quiera conocer más de su vida, le recomiendo la excelente biogafía-entrevista que le hizo Barbara Leaming y que ya hemos reseñado aquí.

Orson Welles en sus tiempos de hombre de radio

Publicado por Antonio F. Rodríguez. 

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