domingo, 10 de mayo de 2015

Orson Welles - Barbara Leaming


Título: Orson Welles
Autora: Barbara Leaming

Páginas: 564

Editorial: Tusquets
 
Precio: 18 euros

Año: 1986


El pasado miércoles seis de mayo se cumplieron cien años del nacimiento de Orson Welles, uno de los cineastas al que mejor le cuadra el calificativo de genio. Estos días he visto conmemoraciones, artículos, referencias y alguna que otra reposición de sus películas y me he acordado de esta excelente biografía que publicó Barbara Leaming sólo unos meses antes de la muerte de Orson

Es un libro arrolladoramente bueno, que se puede leer como una novela, un ensayo detallista sobre un gran artista o el reportaje perfeccionista que cuenta la vida de un personaje hasta sus más pequeños detalles. No soy muy amigo de leer biografías, pero recuerdo ésta como un libro fascinante. Es un libro que vale la pena de verdad.

En primer lugar, porque el personaje lo merece. En segundo lugar porque es profundo, exhaustivo, ameno y siempre inteligente. Retrata de manera insuperable a ese monstruo de la radio, el cine y la televisión, un niño grande con un talento desmesurado, en continua lucha con el sobrepeso, con un gran ego y una enternecedora necesidad de ser querido y admirado. Siempre me ha parecido que era en el fondo un crío superdotado, que salía a la luz en algunos momentos, como cuando se le escapó que el cine era el más caro y fabuloso tren eléctrico que se ha inventado.

Su vida está llena de anécdotas y detalles curiosos. 

Hizo su primera aparición en un escenario a los tres años en una representación de «Sansón y Dalila», en la Ópera de Chicago. A los diez años le regalaron una linterna mágica y un teatro de marionetas, con los que organizaba sus primeras representaciones teatrales en el colegio.

Siempre viajaba con las obras completas de Shakespeare, su gran inspiración, en el bolsillo del abrigo y se dice que era el más europeo de los directores americanos. 

La famosa palabra rosebud (capullo de rosa) que juega un papel central en su obra maestra «Ciudadano Kane», basada en la vida del magnate de la prensa Randolph Hearst, era el apeltaivo cariñoso con el que Hearst llamaba al sexo de su joven amante ¿cómo lo averigüó Welles? El caso es que la película tuvo problemas de distribución.

En las fiestas de Hollywood nunca se bañaba en la piscina al llegar la madrugada porque estaba convencido de que todo el mundo aprovechaba para orinar. Para demostrárselo a un incrédulo, preparó su propia piscina con un producto químico, dió una fiesta en su casa y en el momento cumbre, el agua se llenó de nubecitas azules. 

Uno de los diálogos más jugosos de «El tercer hombre» sobre creatividad y democracia («En Italia, en treinta años de dominación de los Borgia, hubo guerras matanzas, asesinatos... Pero también Miguel Ángel, Leonardo y el Renacimiento. En Suiza, por el contrario, tuvieron quinientos años de amor, democracia y paz. ¿Y cuál fue el resultado? ¡El reloj de cuco!») es un improvisación suya.  

Tuvo una relación muy especial con España, donde se que sentía muy a gusto, querido como persona, no como personaje famoso, y tuvo muy buenos amigos, como Antonio Ordóñez y Luis Miguel Dominguín. Sus cenizas fueron esparcidas por deseo propio en la finca «El recreo de San Cayetano», en Ronda, propiedad del mencionado Antonio Ordóñez.   

Para motivaros a ver si leéis esta biografía, ahí va un resumen de su vida con los hechos y datos más importantes.
 
Orson Welles en el papel de Harry Lime
               
Orson Welles (Kenosha, 1915-1985) nació en una familia adinerada procedente de Virginia. Su madre era una actriz, pianista y sufragista que tenía la casa siempre llena de artistas. Educó al niño Orson de manera ecléctica y poco convencional, convencida de su talento artístico. A los nueve años se quedó huérfano, su madre murió de ictericia, lo que le marcó profundamente.

Con sólo 23 años puso patas arriba Estados Unidos con un programa radiofónico basado en «La guerra de los mundos» de H. G. Wells, en el que simulaba un noticiero sobre una invasión extraterrestre. A pesar de que había advertido de que era una ficción dramática, paralizó el país, colapsó las carreteras con gente que huía aterrada y origió una crisis de primera magnitud. Corría el año 1938.

Consiguió un contrato con la RKO que le dió toda la libertad para hacer Ciudadano Kane (1941), inspirada en parte en la vida del magnate de la prensa Randolph Hearst, que revolucionó la manera de hacer cine y está considerada como una de las mejores películas de la historia. Sin embargo su carácter, megalómano, políticamente incorrecto, provocador y derrochador por naturaleza, le hizo muy difícil conseguir dinero para producir sus siguientes películas.

En 1946 fué considerado comunista por el macartismo, tuvo que huir a Europa y comenzó una carrera como actor para financiar sus largometrajes. Actuó en más de treinta películas, dejó actuaciones memorables como las de «El tercer hombre» (1947), «Jane Eyre» (1944), «Otelo» (1952) o «Campanadas a medianoche» (1965) y obtuvo la Palma de Oro en Cannes al mejor actor por «Compulsión» (1959).

A pasar de sus problemas con la industria, consiguió dirigir algunas obras maestras como «La dama de Shangai» (1947), «Macbeth» (1947), «Otelo» (1952) o «Sed de mal» (1957), ésta última gracias al apoyo de Charlton Heston, el protagonista.

Fué un personaje extraordinario que dejó su huella como actor, guionista, director de cine y hombre de radio, tuvo infinidad de amantes, aunque parece que el amor de su vida fué la diva mejicana Dolores del Río, y en todo fué prolífico, creativo y desarrolló una actividad apabullante. Por eso leer su biografía resulta tan interesante.
                   
Barbara Leaming, nacida en Filadelfia, es una chica siempre sonriente, de esas personas cuya estrategia para afrontar cualquier situación en la vida es soltar una carcajada. Se ríe de todo y en toda circunstancia. Quizás esa actitud le hizo ganarse la amistad de Orson Welles durante tres años, los que empleó en construir esta biografía hasta su muerte (la de Orson) en 1985. Tres años en los que mantuvieron interminables conversaciones y se llamaron por teléfono más que dos enamorados.

Fué profesora de teatro y cine en la Universidad de Nueva York, brillante periodista que trabajó para «Vanity Fair» y «New York Times Magazine», y a partir de los años 80 una especialista en escribir biografías de grandes mitos que se han convertido en superventas. Ha escrito nueve, algunas tan importantes como «Si aquello fué felicidad», sobre la vida de Rita Hayworth, o las que dedico a Polanski, Bette Davis, Katherine Hepburn, Marilyn Monroe, Jacqueline Kennedy o su primer marido, John F. Kennedy.

 
Barbara Leaming
 
Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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