miércoles, 31 de diciembre de 2014

Pastoral americana - Philip Roth


Título: Pastoral americana
Autor: Philip Roth

Páginas: 512

Editorial: Debolsillo
 
Precio: 8,95 euros
 
Año de edición: 2009
 

¿Y qué tiene de malo la vida de los Levov? ¿Qué hay en este mundo menos reprensible que la vida de los Levov? Con esta  pregunta retórica, ¿o no?, termina después de más de quinientas páginas, «Pastoral Americana»

Los Levov son una familia americana, de clase acomodada de Newark (Nueva Jersey), con una próspera industria en el sector del guante. El padre, Seymour, apodado el Sueco, es alto, guapo, destacado atleta universitario, buen padre de familia y judío. La madre, Dawn, hija de un fontanero, fue Miss New Jersey en 1949, gran esposa, ama de casa y católica. Todo es ideal, pero…la hija, Merry, representa la válvula de escape de la conciencia de la familia y, se podría decir que, de toda una generación, de una forma de vida y de una sociedad, la occidental, la americana, la sociedad «bien», que tapa sus neurosis con grandes mansiones, vinos caros y colegios privados.

Philip Roth (Newark, 1933) hace un ejercicio de introspección psicológica encomiable en esta novela, va trepanando, como un escultor, hasta ir quitando capas y reduciendo a sus personajes a un armazón básico, sin apenas ropajes, hasta un juicio sumario cuyo único juez es el lector. ¿Es tan idílico el paisaje?, el éxito en los negocios, en la escuela, ante los amigos ¿lo es todo? ¿la cultura y la intelectualidad son una garantía de felicidad? ¿qué antídoto hay frente a la soledad?. 

Todas esas preguntas van rondando la cabeza del lector sugestionado por Roth, quien en su tarea de demiurgo, va tejiendo una cosmogonía paralela a la real, a la oficial, a la satisfactoria, a la que sale en las revistas de decoración. Todo ello con el telón de fondo de una serie de acontecimientos enloquecidos y cruciales, en una época concreta, muy identificables, como es la de la Guerra de Vietnam y el Caso Watergate, una época que acaba incidiendo en la conducta de los personajes e influyendo decididamente en sus vidas y que posteriormente daría paso a una forma de vida nueva y a una cadena de protestas sociales. 

Roth realiza la crónica de una época de los Estados Unidos, a través de una serie de personajes que se quedan sin muletas a las que asirse, que han invertido toda su ilusión y sus esfuerzos  en un modelo de vida que no tiene todas las respuestas, que no promete la felicidad, pese a que parezca lo contrario. En pleno apogeo de la revolución industrial y del sistema capitalista, todos sus «modelos de ciudadanos ideales» hacen agua y naufragan, y el lector va siendo cómplice de ese análisis profundo. 

En un libro donde aparecen los grandes temas universales, las grandes preguntas, los clásicos, el Sueco Levov, a modo de moderno Odiseo, tiene que aventurarse a conquistar un montón de cosas que creía conquistadas: su mujer, su hija, que desaparece del hogar familiar a los dieciséis años tras cometer un acto delictivo, sus padres, sus amigos, mientras todos se sientan en la mesa ante el gran pavo de Acción de Gracias, que constituye la «Pastoral americana», el día en el que comen judíos con católicos, irlandeses con italianos, sin preguntarse por su origen como ciudadanos de un mundo nuevo en el país de las oportunidades.

Sin entrar en listas ni en apuestas, podemos decir que este libro tiene detrás a un autor de mucho fuste, perfectamente asentado en su profesión, que controla completamente el oficio, un gran narrador y creador de personajes de gran complejidad y personalidad. 

Estructurada en tres partes, esta obra empieza como un libro de memorias del omnipresente Nathan Zuckerman, para pasar en su segunda y tercera parte, para mi la mejor, a dar voz a un narrador en tercera persona que nos describe un elenco de personajes que giran alrededor del Sueco y su familia, utilizando párrafos muy largos, frases muy reflexivas y descripciones pormenorizadas de paisajes, casas y situaciones. Hacia el final de la tercera parte parece desenredarse el jeroglífico, aparecen las respuestas a preguntas aparentemente sin respuesta, que nadie va a responder jamás porque la vida es un gran jeroglífico, como todos presuponen, porque las soluciones son tan variadas como caras tiene un poliedro, donde cada apuesta es una vida en sí sin retorno posible y donde los errores se pagan en años transcurridos.

«Pastoral Americana», a parte de una crónica de la América rica y todopoderosa, puede ser también una crónica vital del ser humano de cualquier lugar, en la que afloran los sentimientos, las pasiones de la vida y las dudas. Detrás de ella, se esconde aparte de un forjador del lenguaje, un gran observador del ser humano, que ensambla frases rotundas («Todos tenemos hogar. Es ahí donde todo sale mal», «Uno cree que puede proteger a una familia y resulta que ni siquiera puede protegerse a sí mismo») con conversaciones triviales ante el té con pastel de la tarde.
   
Philip Roth

Publicado por Gregorio Camacho.

martes, 30 de diciembre de 2014

El amor de un hombre de cincuenta años - Anthony Trollope


Título: El amor de un hombre de cincuenta años 
Autor: Anthony Trollope

Páginas: 288

Editorial: Funambulista
 
Precio: 23 euros

Año de edición: 2013


He leído en un blog que el que fuera primer ministro británico Harold MacMillan sostenía que no hay mayor placer que meterse en la cama pronto con una novela de Trollope. No había leído nada de ese autor y ante una opinión tan elogiosa, decidí hacer el experimento. Me fuí a la biblioteca, saque un título cualquiera de este hombre y...¡demostrado! Pasé un rato pero que muy agradable.

Me parece que el secreto está en el tono. Hay escritores distantes, otros que parece que se dirigen a un auditorio, algunos te hablan como su fueras su amigo, echándote el brazo por encima del hombro y luego,tenemos a Trollope que te cuenta una historia como te la contaría tu padre o tu hermano mayor, de un modo cálido, cercano y casi con cariño. Por eso es tan reconfortante.

Para describirlo como escritor, hay que decir que es un autor muy británico, realista, clásico, decimonónico, un poco circunspecto y con un toque de humor suave que lo hace más agradable todavía. La primera impresión es que avanza un poco lentamente y que se entretiene mucho, pero es engañosa, luego resulta que el texto no ocupa demasiadas páginas y va más al grano de lo que parece.

Creo que su punto fuerte es la caracterización de personajes, en esta novela, publicada en 1884, al final de su carrera, tenemos: el caballero cincuentón, tímido y vapuleado en el amor; la joven honesta y reservada; el señor Hall, que jamás en su vida había tenido un quebradero de cabeza; el clérigo anglicano, enamorado y algo cabeza de chorlito; el ama de llaves arrogante y dominadora, y una galería de personajes de lo más peculiar, que acaban por describir bastante bien la sociedad y la época victorianas.  

Porque este autor consigue describir lo cotidiano de manera creíble, mete al lector en la cocina de una casa normal y le hace escuchar las conversaciones diarias con una habilidad envidiable. Tiene tambien la gracia de dirigirse al lector para interpelarlo y decirle que no hay nada más difícil que describir a una protagonista o que de este personaje hay una descripción en el próximo capítulo.

Abundan las frases divertidas, como «Un hombre siempre cena, por muy grande que sea su pesar» o «Un hombre que rebusca en la suciedad para encontrar diamantes, no puede amar a nadie».

En fin, una novela muy entretenida, admirable, bien escrita que os hará pasar muy buenos ratos, que trata temas tan trascendentes como la cuestión de si un cincuentón desengañado puede ser capaz de enamorar a una jovencita, si es una imprudencia dejar a la novia para ir a buscar diamantes a Sudáfrica, si leer a Horacio bajo las hayas puede aclarar las ideas o si los clérigos impertinentes pueden arreglar algun problema en alguna ocasión. Un libro estupendo y muy, muy recomendable.

Anthony Trollope (Londres, 1815-1882), escritor británico, era hijo de un magistrado y de la autora de novelas y libros de viajes Frances Trollope. No pudo completar sus estudios debido a las deudas de su padre y se hizo funcionario de Correos. En 1867 fué cofundador de la revista St. Paul Magazine, que luego publicaría varias de sus novelas por entregas. Viajó por Irlanda, Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica. Escribió libros de viajes, novelas y relatos cortos.

Reconocido como gran escritor en vida, es uno de los autores más típicamente decimonónicos, supo retratar las costumbres y usos sociales de la era victoriana de manera amena y con sentido del humor.

Está enterrado en el Kensal Green Cemetery, en el londinense barrio de Kensington, junto a su contemporáneo Wilkie Collins con quien compartía popularidad y una florida barba. 
  
Anthony Trollope
       
Publicado por Antonio F. Rodríguez.

lunes, 29 de diciembre de 2014

Bajo las ruedas - Hermann Hesse


Título: Bajo las ruedas
Autor: Hermann Hesse

Páginas: 208

Editorial: Alianza
 
Precio: 9,80 euros


Año de edición: 2012

Leí este libro hace tiempo, en los primeros años de la adolescencia y me impresionó profundamente. Publicado en 1906, cuenta una historia oscura y terribe, la pesadilla de un chico en un colegio interno demasiado riguroso y como sufre la dureza de la disciplina, las normas y la terrible frialdad de un sistema educativo demasiado rígido.

Contiene una crítica profunda y bien armada contra los métodos educativos que se ocupan del orden y el rendimiento académico y no sólo se olvidan del desarrollo de la personalidad, sino que la axfisian dentro de un uniforme de comportamientos. En esos sistemas el alumno tiene la sensación de que el principal objetivo de sus profesores es doblegar la voluntad de sus alumnos, amaestrarlos para que hagan lo que se espera de ellos. 

Está basado en las experiencias del autor, que tuvo problemas serios de adaptación en varios colegios alemanes y acabó escapando de un seminario porque no le permitían ser poeta («seré poeta o no seré nada» llegó a escribir). Y desde luego, gran parte de mi generación conoció los colegios con un Padre Prefecto, que era el encargado de la disciplina, alguien tan temible que no hacía falta que te pegara porque su voz te hacía temblar.

El libro está escrito con el estilo cristalino y espiritual de Hesse, que siempre sugiere más de lo que dice y se despliega suave y armoniosamente, con la perfección de los clásicos. Es la segunda novela que escribió y ya tiene todas las cualidades que luego hiceron famosa la obra del alemán, por ejemplo, siempre le dedica especial atención a las estaciones, la naturaleza y los paisajes.

Una novelita my recomendable, que puede servir de iniciación, para empezar a conocer a un autor alemán único, quizás el menos alemán de los autores porque parece realmente universal, y también para conocer ciertos internados religiosos que afortunadamente ya no son un lugar común tan cotidiano en Europa como antaño.

Hermann Hesse (Calw, 1877-1962), escritor alemán galardonado con el Premio Nobel de Literartura en 1946, nació en una familia descendiente de misioneros cristianos que publicaba libros piadosos. Trabajó como mecánico y luego como librero, lo que le permitió devorar libros en grandes cantidades sin problema. Comenzó a publicar poemas, relatos, novelas y a los 27 años consiguió vivir de lo que escribía. Sufrió migrañas toda su vida y vivió la tragedia de ver cómo su primera mujer desarrollaba una esquizoferenia.

Su matrimonio se rompió, se casó con una mujer suiza, se mudó a ese país y obtuvo la nacionalidad suiza. Asistió con alarma al auge del nazismo en su patria, publicó artículos en defensa de autores judíos, pero pronto fué vetado en Alemania. Después de la Segunda Guerra Mundial su creatividad decayó, sólo escribió poemas, artículos, algún relato y en los últimos años se refugió en la pintura. 

Dejó escritas unas cuarenta obras, de las que se han vendido más de 30 millones de ejemplares en multitud de idiomas, que han dado lugar a más de 200 tesis y 50 libros sobre su vida. En el año de su centenario (1977) era el escritor europeo más leído en Japón y EE. UU. Su influencia ha sido enorme y difícil de evaluar.
    
Hermann Hesse
   
Publicado por Antonio F. Rodríguez.

domingo, 28 de diciembre de 2014

Algodoneros - James Agee y Walker Evans

 

Título:  Algodoneros 
Autor: James Agee (texto) y Walker Evans (fotos)

Páginas: 156

Editorial: Capitán Swing
 
Precio: 18,50 euros

Año de edición: 2014
 
En el verano de 1936, Henry Luce, director de la revista Fortune, encargó a uno de sus jóvenes y más prometedores reporteros, James Agee, un artículo para la sección «vida y circunstancias» sobre las condiciones de vida de los algodoneros blancos pobres del Sur. Agee pidió que le acompañara WalkerEvans, un fotógrafo amigo suyo que trabajaba para una oficina del New Deal.

Ambos viajaron en coche desde Nueva York hasta Alabama y pasaron dos meses entre las familias Burroughs, Tingle y Fields. El resultado fue un artículo de 30.000 palabras que Fortune guardó en un cajón sin que llegara a publicarlo jamás. El descubrimiento casual del manuscrito por la hija pequeña de James Agee ha permitido recuperar y publicar la crónica casi 80 años después.

El artículo es un impresionante informe sobre la vida de tres representantes de los algodoneros blancos del Sur, sobre las condiciones económicas y laborales de las familias, sus casas, ropa y comida, sus condiciones físicas, de alimentación y salud, su educación, su ocio, su carácter al fin. El artículo está escrito con una prosa clara, limpia, sencilla y, en apariencia, tan objetiva como las fotografías de Walker Evans que le acompañan, de modo que a veces parece propia de un acta notarial y otras, de un informe administrativo: da fe, presenta los hechos como son, proporciona los datos precisos, describe lo que ve del mismo modo que las fotografías retratan a los diferentes personajes, muestran sus taras y defectos físicos, su harapos, sus botas rotas calzadas sin calcetines, o sus casas de tablones de madera sin desbastar. 

Y es capaz de describir igualmente las aspiraciones, sentimientos y deseos de las personas con las que ha convivido. El texto está impregnado de simpatía y compresión, de empatía y humanidad, de piedad e inteligencia,  es decir, de una profunda y completa percepción de la naturaleza del ser humano en general y de estas tres familias en particular, y las circunstancias que les ha tocado vivir en este mundo. Pero, quizá por la inteligencia, sensibilidad y comprensión que  muestra, el texto también tiene mucho de indignación, de crítica social y rebelión ante la injusticia de la «inmensa, vetusta y eminentemente racial, circunstancia de la pobreza: de una vida consumida de continuo y por entero en el mero y único esfuerzo de preservarse a sí misma; tan profundamente privada y dañada y atrofiada en el transcurso de ese esfuerzo que sólo se la puede llamar vida por cortesía biológica».

James Agee es un escritor grande, uno de los más grandes para mi gusto. En este libro se muestra como un Shakespeare, como un profundo psicólogo, pero también como un antropólogo, un científico social, un agrarista, un reformador o una persona política y socialmente formada y consciente. Es un narrador excepcional que produce asombro y envidia, por la facilidad, la sencillez, la pureza y el rigor con que escribe. Es un periodista de raza capaz de llevar al lector a donde quiere, que imprime un ritmo tal que uno desea continuar leyendo y que, sin embargo, es capaz, al mismo tiempo, de hacernos reflexionar y sentir con sus ironías y contrastes, con sus análisis y conclusiones. Para James Agee fue un viaje, una experiencia muy dura, que le marcaría toda la vida, pero también «desde luego, una de las mejores cosas que me habían sucedido jamás». Ambos aspectos de la cuestión quedan perfectamente reflejados en el libro y se transmiten íntegramente al lector.

No quiero terminar este comentario sin hacer mención de las fotografías de Walker Evans, tan impresionantes como el texto de Agee, empezando por la de la portada, un retrato de «Floyd Burroughs, aparcero». Todas las fotografías tienen una calidad técnica superior en cuanto a contraste y definición, pero también respecto a encuadre y punto de vista. Con todo, lo más importante es lo que transmiten, lo que hacen pensar y sentir al observador. No se trata sólo de los retratos que comparten con la prosa de Agee la misma empatía e inteligencia con los miembros de estas tres familias, sino de fotografías aparentemente sencillas e inocentes como las de un par de botas de trabajo, el interior desnudo de una casa en que se ve una toalla colgando de un clavo y una simple jofaina, los campos de algodón o el primer plano de la cabeza de una mula. Son fotografías que reflejan un mundo, una vida. Algunas producen una inmediata simpatía o ternura  (la mencionada de la portada, la de Floyd Burroughs junior, Elizabeth Tingle); otras son sencillamente dolorosas (Bud Fields y su familia en casa).

James Agee y Walker Evans son muy conocidos por el libro «Elogiemos ahora a hombres famosos» escrito en 1941 en un tono muy distinto a la crónica que recoge «Algodoneros», pero basado en esta misma experiencia, en este viaje.   

 
James Agee (foto de Walker Evans) 

James Agee (Knoxville, Tennessee, 1909 – Nueva York, 1955) se licenció en Harvard donde era redactor jefe de la revista universitaria en la que dedicó un número a una parodia de la revista «Time», del mismo grupo editorial que «Fortune», donde entró a trabajar. Escribió artículos para ambas revistas. También fue un crítico de cine de cierta fama e importancia. Escribió los guiones de dos películas muy conocidas: «La reina de África»  y «La noche del cazador». En 1957 se publicó su segunda novela, «Una muerte en la familia»,  que en 1958 recibió el Premio Pulitzer, considerada como una de las grandes novelas del siglo XX en EstadosUnidos

 
Walker Evans (foto de Paul Grotz)

Walker Evans (San Luis, Misuri 1902 - New Haven, Connecticut, 1975) trabajó para las revistas «Time» y «Fortune» a partir de 1945. Después fue profesor en Yale. Con anterioridad, su trabajo está relacionado con la crisis del 29, porque participó en algunos programas gubernamentales como el de Resettlement Administration, y, sobre todo en el programa Farm Security Administration, por el que algunas de sus imágenes son mundialmente conocidas. Su obra fue adquirida por el Museo Metropolitano de Arte en 1994, excepto las fotos del Farm Security Administration, que conserva la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos.

Publicado por Fernando Serrano.

sábado, 27 de diciembre de 2014

Sunshine - William Mastrosimone

 

Es norma de este blog reseñar sólo libros publicados en español. Pero el árbol de la literatura tiene muchas ramas y muchas hojas, una de ellas es el teatro, reino de la palabra por excelencia y vale la pena hacer hoy una excepción para mencionar una obra de teatro que se representa en Madrid, en castellano, por supuesto, aunque el texto original sólo se pueda conseguir en inglés. 

Una historia que puede encuadrarse en el género de realismo dramático o comedia dramática, en la que dos personajes llevados a situaciones personales extremas se relacionan intentando sobrellevar una vida que no les trata demasiado bien en un ambiente hostil. Una bailarina erótica que actúa con éxito en un club de carretera y que se esconde de un marido maltratador; un paramédico conductor de ambulancias, quemado por un trabajo que no le agrada en absoluto, que espera una llamada que cambie su vida, y un tercer personaje secundario, un joven cliente de la bailarina que se va haciendo asiduo al espectáculo.

Los tres se interrelacionan en escena con unos diálogos tensos, dramáticos, pero con dosis añadidas de ironías y golpes de humor negro. Mastrosimone consigue con estos personajes un drama muy cómico, dinámico, fuerte, intenso, que mantiene en vilo al espectador, con momentos divertidos, que invitan a la reflexión sobre la comunicación entre unos personajes débiles en un mundo que dificulta las relaciones humanas, en el que tienen que decidir a menudo cuándo confiar y cuándo estar a la defensiva frente al otro.

  
William Mastrosimone

William Mastrosimone (1947), natural de Nueva.Jersey, es un dramaturgo y guionista estadounidense, graduado en dramaturgia por la Universidad de Rutgers. Cuenta con una extensa producción de obras teatrales y ha conseguido varios premios en su país, entre los que destacan los Globos de Oro y Grammy que han ganado obras o series basadas en un guión suyo. Sus obras mas destacadas incluyen «The Woolgathever», «Extremities», «The Beast», «Bang Bang, You`re Dead» y «Dirty Business». Varias de ellas han sido llevadas al cine.

Mónica Miranda, Luis Sorolla y Enrique Cervantes, los tres jóvenes actores formados en la Real EScuela de Arte Dramático (RESAD) de Madrid, forman el elenco de la obra, hábilmente dirigida por Carlos Silveira, director del grupo La Manada.
     
Luis Sorolla, Mónica Miranda y Enrique Cervantes

Una obra excelente, que actualmente no se encuentra traducida al español. Puede adquirirse en lengua inglesa a través de Amazon. Pero hay un plan mucho mejor: tomar cañas por el madrileño barrio de La Latina y luego ir a presenciarla en directo al Teatro Off de La Latina (calle Mancebos, 4, sábados de diciembre y enero a las 22:30, 10-12 ) donde unos actores, más que jóvenes promesas espléndida realidad de las artes escénicas, nos deleitarán y harán disfrutar. Una obra que nos hará pensar en ella al día siguiente. Os la recomiendo.

Publicado por John Smith.

viernes, 26 de diciembre de 2014

Mujeres lo bastante ricas - Honoré de Balzac


Título:  Mujeres lo bastante ricas
Autor: Honoré de Balzac

Páginas: 125

Editorial: Periférica

 
Precio: 13,50 euros

Año de edición: 2010


Hoy tenemos aquí otro librito delicioso de Balzac, que vuelve a demostrar que el escritor no sólo escribio mucho, sino que todo, o casi todo, es muy bueno. En este caso, tenemos varios relatos sobre la mujer divididos en dos partes. La primera, publicada en 1830, es un curioso relato sobre un caballero que sin pretenderlo, seduce a una dama. La segunda, que vió la luz en 1942, es en realidad una conversación de sobremesa en la que varios comensales exponen sus opiniones sobre la mujer, comparando cómo eran las damas de la nobleza antes de la revolución y cómo son las féminas en ese momento, ilustrándolas con historias y anécdotas de lo más jugoso.

Los diálogos son chispeantes, los argumentos muy curiosos y el ritmo de toda la narración es vertiginoso, típico de Balzac, que acumula ideas en pocas frases y sintetiza significados. Un puñado de cuentos muy entretenidos, plagados de frases afortunadas, como:«Inglaterra parece empeñada en que todo el mundo se aburra tanto como ella», «Richelieu durmió hasta mediodía, ya que debían asesinar a su benefactor a las diez de la mañana», «Ahora, el abanico sólo sirve para abanicarse» o «Ni por asomo podía imaginarme que las mujeres eran como estufas con encimera de mármol».

Un volumen que me ha encantado, divertido, entretenido y bien escrito, con el estilo arrollador del genio de Tours, que me ha hecho pasar un rato estupendo. Balzac en estado puro. Muy recomendable. 

Honoré de Balzac (Tours, 1799-1850) maestro del realismo, novelista de talento y trabajador infetigable, escribió frenéticamente más de 100 obras consumiendo ingentes cantidades de café, en un intento de levantar un retrato completo de la sociedad de su tiempo, para, según sus propias palabras, «hacerle la competencia al registro civil». Ideó más de 200 personajes, de los que unos 600 entran y salen en varias novelas.

A pesar de esa actividad frenética, tuvo tiempo de llevar una vida social muy activa, ser un gran viajero, vivir apasionados romances, tener un buen número de amantes, ser un símbolo sexual, meterse en política, ser editor durante algún tiempo, hacer unos cuantos experimentos financieros, todos desastrosos, torear a sus acreedores y arruinarse varias veces. Parece mentira que le diese tiempo a hacer tantas cosas en tan solo 51 años de vida.    

Fué el primer autor que ideó la novela por entregas en 1836, aunque pronto se vió superado en éxito y número de seguidores por dos de sus imitadores: Alejandro Dumas («Los tres mosqueteros») y Eugène Sue («Los misterios de París»).

Honoré de Balzac (1840)

Publicado por Antonio F. Rodríguez.