domingo, 31 de marzo de 2013

El discurso del cómic - Luis Gasca y Román Gubern


Título: El discurso del cómic 
Autor: Luis Gasca y Román Gubern 

Páginas: 714

Editorial: Cátedra 

Precio: 27,70 euros 

Año de Edición: 1988

Este libro es lo más parecido a un diccionario visual de las convenciones y códigos establecidos en el mundo de la historieta. A través de más de 125 entradas y 1.600 ilustraciones que van desde el inicio del siglo XX hasta la época actual, se le da un repaso enciclopédico y fascinante a los recursos lingüísticos empleados para expresar cosas en la narrativa del cómic. Cada entrada se ilustra con unos cuantos ejemplos, que suelen ser cuatro o cinco, pero que pueden llegar a ser hasta veinte, extraídos de los cómics más variados, en casi todos los idiomas y de todas las épocas. En cada uno se menciona la fuente, el año y se hace un breve comentario.

El pionero Yellow Kid (1895), que usaba su propio baby antes de inventar el bocadillo

Hay que resaltar el esfuerzo hecho por ordenar lo que en principio es el caos más absoluto, porque el resultado es muy atractivo. Se recorren primero los encuadres, que curiosamente pueden servir para expresar muchos matices (intimidad, agresividad, dramatismo...). Luego los puntos de vista, incluyendo por los picados, contrapicados y efectos ópticos. 

 
Spiderman desanimado

A continuación se aborda una colección de esterotipos, tanto de objetos como de personas, por orden alfabético, desde adivina y agua hasta villano y volutas de humo, pasando por asombro,  boracho, loco, marido engañado, negro, sabio, terror y una larga lista de conceptos de todo tipo en una sección interesantísima en la que se ve cómo los tebeos han consolidado una serie de códigos, influidos por el cine, la fotografía, la pintura, los pictogramas, los logos y otros códigos visuales. Códigos en los que ya no nos fijamos porque estamos acostumbrados a ellos.

 

Tampoco tiene desperdicio el gestuario en el que se ve cómo se representan emociones y estados de ánimo con la cara, el cuerpo y los ojos de los personajes. Después se ven unas cuantas situaciones arquetípicas (miedo, peligro...), una serie de convenciones cinéticas, para expresar movimiento, metáforas visuales, el tratamiento de los bocadillos o globos, los monólogos, los idiomas exóticos, las onomatopeyas, la voz en off, el montaje de las viñetas, el paso del tiempo, las onomatopeyas (uno de los apartados más jugosos), los letreros, el punto de vista del narrador (las opciones son similares a las de la novela)...
 
 

Una visión apasionante, completísima, del mundo del cómic a través de sus convenciones iconográficas, sus símbolos, recursos y técnicas. Nunca se ha hecho, que yo sepa, un alarde analítico tan impresionante de este género de la comunicación del que casi todos hemos disfrutado alguna vez.

Llama la atención la influencia del cine y su lenguaje (encuadres, montaje, efectos, etcétera) desde principios del siglo XX. También la preponderancia de la cultura estadounidense y europea a la hora de acuñar y establecer códigos visuales. Hay pocas imágenes orientales y de manga, pero por lo que he visto utilizan casi todos los mecanismos que pueden verse en las historietas occidentales. Por otro lado, se hace evidente que hay otras convenciones y uso propias del cómic, que han establecido y consolidado dibujantes influyentes, incluso se puede rastrear en algún caso la influencia en sentido inverso, del cómic en el cine o en la novela.

Un libro muy divertido e interesante, que debería estar en todas las salas de espera; apropiado para el estudioso y para el aficionado a las historias gráficas, que puede leerse de principio a fin o, mejor aún, abriendo al azar por cualquier sitio y dejándose llevar por la curiosidad del momento.
 
Spirit enfadado 

Casi al final se incluye un apartado de guiños al lector, esas situaciones en las que un personaje nos mira, nos hace un gesto o nos dice algo, saliéndose de la narración e interpelándonos directamente. Según Émile Benveniste, el lingüista francés, el dirigirse al lector es lo que diferencia el discruso de la historia narrada, como la novela o el relato. De ahí el título del libro «El discurso del cómic».

Luis Gasca (San Sebastián, 1933) es un editor, estudioso del cine y del cómic. Licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza, ha dirigido varias editoriales, revistas y el Festival de Cine de San Sebastián. Ha escrito varios estudios sobre el cómic, como el pionero «Tebeo y cultura de masas» (1966). Su fabulosa colección de historietas fué adquirida por centro cultural Koldo Mitxelena, que está en el centro de San Sebastián.

 
Luis Gasca en 2011 (Foto CC BY-SA Ricardo Iriarte)

Román Gubern (Barcelona, 1934) es Catedrático de Comunicación audiovisual en la Universidad Autónoma de Barcelona y es conocido por sus análisis como historiador y estudioso del cine, el cómic y la TV. Ha colaborado tambien en varios guiones cinemagráficos.  

Roman Gubern (Foto Valerio Merino)

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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