sábado, 15 de diciembre de 2012

Lord Byron, el griego

Lord Byron

No volveremos a vagar
  
  
  
Así es, no volveremos a vagar
Tan tarde en la noche,
Aunque el corazón siga amando
Y la luna conserve el mismo brillo.

  
  
Pues la espada gasta su vaina,
Y el alma desgasta el pecho,
Y el corazón debe detenerse a respirar,
Y aún el amor debe descansar.
  
  
 
 
Aunque la noche fue hecha para amar,
Y demasiado pronto vuelven los días,
Aún así no volveremos a vagar
A la luz de la luna. 

Lord Byron
 
George Gordon Byron (Londres, 1788-1824), más conocido como Lord Byron, esta reconocido como uno de los principales y más versátiles poetas ingleses del romanticismo, uno de los más influyentes y el símbolo de ese movimiento.

Fué un escritor muy prolífico, sus obras completas ocupan 17 volúmenes. Escribió biografías, teatro, diarios y sobre todo poesía. Su gran obra «Don Juan», un poema de diecisiete cantos, es uno de los poemas largos más importantes de la literatura inglesa.

Era apasionado hasta la exageración, inteligente, dotado de un enorme talento y poseía un magnetismo personal irresistible. A la vez era excéntrico, provocador y polémico. Se dice que probablemente padecía un trastorno bipolar, lo que puede explicar sus depresiones y sus etapas de energía arrolladora. Le gustaban mucho la compañía de los animales, tuvo como mascotas todo tipo de criaturas, hasta un zorro, un oso y un tejón. En la tumba de su querido perro terranova «Boatswain» escribió:
Aquí reposan
los restos de una criatura
que fue bella sin vanidad
fuerte sin insolencia,
valiente sin ferocidad
y tuvo todas las virtudes del hombre
y ninguno de sus defectos.
Nació en una familia aristocrárica, era el sexto Barón de Byron, pero su padre dilapidó la fortuna familiar manteniendo a amantes y en fiestas, murió cuando Byron tenía sólo tres años y no le dejó más que el título y deudas. Era patihendido de nacimiento, tenía los dedos de un pie completamente torcidos hacia dentro, su padre decía que nunca podría andar, pero el niño se rebeló y aprendió a correr antes que a caminar. Años más tarde llegó a disimularlo con sus ademanes y maneras, hasta llegar a tener una forma de andar extraña, pero elegante. 

A los nueve años tuvo una institutriz escocesa, Mary Grey, que le enseñó la Biblia y las maravillas del sexo. Siempre recordó esa experiencia con cariño y sin trauma alguno. Era un lector empedernido y voraz, siendo niño leyó uno de sus libros favoritos, «Las mil y una noches». Estudió en Cambridge, donde se hizo famoso por su enorme talento y su vida algo escandalosa.

Viajó por España y se enamoró en Cádiz; fué a Turquía e intentó descubir Troya; deambulo además por Portugal, Albania, Malta, Grecia, y atravesó a nado el Helesponto. Tuvo multitud de romances con hombres y mujeres, incluso una relación incestuosa con su hermanastra Augusta. Crticado y denostado en Inglaterra, se instaló en Suiza, donde estuvo viviendo cierto tiempo con el poeta Percy Shelley, su mujer Mary Shelley y su médico Polidori. En una famosa noche tormentosa de verano, los cuatro decidieron hacer una especie de concurso escribiendo relatos de terror. Inspirándose en la personalidad de Byron, Mary Shelley escribió Frankestein

Su hija Ada Byron fué una gran matemática, que colaboró con Charles Babbage en la construcción de su máquina analítica, está considerada como la primera programadora que escribió una secuencia de instrucciones en un lenguaje abstracto de su invención. Es curioso que la hija de uno de los más grandes poetas románticos haya desempeñado ese papel en la historia de la fría informática.

Al final de su vida, con tan sólo 36 años, desembarco en su querida Grecia, entonces bajo el Imperio Otomano, al mando de 4.000 hombres para luchar por su libertad. Allí murió de malaria. Otra época, en la que los poetas ingleses morían por la libertad de Grecia.

Lord Byron

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario