jueves, 1 de diciembre de 2011

Solaris - Stanislaw Lem


Título: Solaris
Autor: Stanislaw Lem

Páginas: 240
        
Editorial: Minotauro

Precio: 17,95 euros

Año de Edición: 2008        

Esta soberbia novela de ciencia-ficción publicada por Minotauro en español en 1977 ha sido reeditada en el 2008 siguiendo el diseño y formato originales: tapa dura, una buena encuadernación y la misma portada. Una edición de calidad para una de las mejores obras del género. Muy bien escrita, inquietante y sugerente, narra las peripecias de un cosmonauta durante en una extraña misión frente a una inteligencia gigante que ocupa todo un planeta. La historia se convierte en una alegoría de la condición humana y sus siempre insatisfechas ansias de conocimiento. Mezcla misterio, fantasía, amor, reflexiones filosóficas y un punto de ironía en una obra que se ha convertido en un clásico de la ciencia-ficción.

Hay tres versiones cinematográficas, una soviética dirigida por Nikolái Nirenburg en 1968, otra también soviética a cargo del genial Andréi Tarkovsky en 1972 y una tercera estadounidense de Steven Soderbergh, protagonizada por George Clooney en 2002. Yo me quedo con la versión de Tarkovsky, tengo debilidad por ese director, pero la Soderbergh es también una buen palícula.

Stanislaw Lem (Leópolis, 1921-2006), escritor polaco cuyas obras han sido traducidas a más de 40 idiomas y que ha vendido más de 40 millones de ejemplares, es uno de los pocos autores no anglosajones de ciencia-ficción que han alcanzado fama mundial. Nació en una ciudad polaca hasta 1939, hoy ucraniana, hijo de un médico de familia católica, aunque de ascendencia judía, que se libró de los campos de concentración de pura suerte. Durante la ocupación nazi Lem estuvo en la resistencia y fué saboteador, aunque él siempre bromeaba argumentando que simplemente era un pésimo soldador. Estudió medicina, pero abandonó la carrera por discepancias con la teoría de Lysenko, apoyada por el régimen soviético, de heredabilidad de los rasgos adquiridos. Recibió premios, distinciones y en sus últimos años enseñó literatura polaca en la Universidad de Cracovia.

Como autor, siempre le han interesado la cibernética y la astronática, pero también las matemáticas, la filosofía y los problemas humanos relacionados con las nuevas tecnologías. Fué nombrado miembro honorario en 1973 de la Asociación Estadounidense de Autores de Ciencia Ficción y Fantasía (SWFA), pero fué expulsado a los tres años por declarar quela ciencia-ficción norteamericana era de baja calidad y se preocupaba más por las aventuras que por abrir nuevos caminos.

Leerle es una delicia por su fino sentido del humor, una inteligente ironía y por sus connotaciones filosóficas. Todo ello, unido a la originalidad de sus planteamientos y su desparpajo intelectual, le hacen especialmente estimulante. Es de los escritores que sugieren y tocan aspectos psicológicos, sociales, de comportamiento y comunicación entre humanos y seres de otras civilizaciones. Siempre me ha llamado la atención su lucidez y su opinión crítica y bastante negativa de la humanidad en general, opinión que el lector no puede dejar de compartir cuando le lee. La verdad es que como civilización somos un desastre, pero Lem sabe suavizarlo con su sentido del humor y su creatividad. No se le debe encasillar como escritor de ciencia-ficción, tiene libros de misterio, policíacos, libros de memorias, ensayos científicos, filosóficos y obras casi de todo tipo.

Cualquiera de sus libros es muy recomendable, es una pena que no todos estén traducidos al español, pero está apareciendo una Biblioteca Lem en Alianza Editorial que promete mucho. Solaris puede ser una buena manera de entrar de lleno en el mundo de este escritor polaco superdotado. Es una de las mejores novelas de ciencia-ficción que se pueden leer y , desde luego,  no solo les va a gustar a loa amantes del género, a cualquiera le resultara muy interesante.  
       
Stanislaw Lem
 Stanislaw Lem

Foto CC:by-sa Pawel Dembowsky

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

1 comentario:

  1. Éste es un libro que he leído hace ya más de 20 años, en la misma cuidada edición. Es como una de esas prendas que dejas colgada en el placard porque ha pasado su tiempo, y cada tanto vuelve a ponerse de moda. Coincido contigo que, entre las variedades de films, me quedo con la de Tarkovsky. Saludos.

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